miércoles, 1 de mayo de 2013

Apoyo


     En esta oportunidad solo me uno al reclamo y como tal desconocimiento que relata mi homologo en su entrada, porque no hay forma de que alguien me convenza de que lo que esta pasando en Venezuela ESTA BIEN!

Yunilza Perez
C.I. 14.521.705
Una Venezolana que se niega a cerrar los ojos.

CARTA ABIERTA A DIOSDADO CABELLO



Diputado: Diosdado Cabello Rondón

Presidente Asamblea Nacional

Su despacho.-


Ante todo reciba un cordial y venezolano saludo.


    La línea anterior es el inicio de esta misiva porque siempre he pensado que lo cortés no quita lo valiente, y creo firmemente que aun cuando las próximas líneas sean muy duras, al menos en principio hay que ser educado.


    Hace unos pocos días pude gracias a la tecnología actual, ver como usted negaba el derecho de palabra a varios colegas suyos en el seno de lo que hoy es la asamblea nacional. Usted, quizás por ignorancia (Conste que estoy dándole el beneficio de la duda) impedía que funcionarios electos por el pueblo, al igual que su persona, y que representan a prácticamente la mitad de la población de nuestra patria, igual que lo hace usted, manifestasen su pensar o interviniesen en el debate, dentro de un recinto que fue pensado con el único fin de debatir. Esto por el hecho de que dichas personas piensen como piensa una parte de la población, porque un grupo de diputados, que además son venezolanos condición suficiente para tener el derecho inalienable amparado no solo en la carta magna, sino además en la declaración de Derechos Humanos, de expresar su pensar, se negasen a reconocer al Sr. Nicolás Maduro como presidente de la República. 


    Por eso digo que quizás usted ignorase la finalidad de la ya nombrada asamblea nacional y de su condición de diputado de la misma, y es que probablemente usted ignore que el objeto del recinto donde usted ejerce sus funciones no es otro que el debatir, quizás usted crea que allí se va, es a cumplir órdenes de otro poder que en teoría debería ser independiente, entiéndase poder ejecutivo, y no a tratar de silenciar las voces que disienten de la manera de pensar de su partido, sea este ganador o no. Porque señor Cabello, la Democracia no solo es el gobierno de las mayorías, a esa frase le falta algo, la Democracia es y debe ser el gobierno de las Mayorías para las Minorías, es decir que todo aquel que se considere demócrata, debe no solo permitir e incentivar, sino defender la participación de aquellos que piensan distinto a la opción ganadora, porque sino mi estimado caballero, esto no es otra cosa que una variable del fascismo verdadero, y no ese que incorporan usted y gran parte de las personas que apoyan su partido en su discurso. Pero eso no es todo lo que a mi entender, y nuevamente estoy dándole el beneficio de la duda, usted ignora, sino que parece ignorar cuáles son sus deberes como diputado, ni se diga como presidente de un poder independiente, o al menos parece que usted piense que ser diputado, o alcalde, o gobernador, o rector del CNE, o ministro, o cualquier otro cargo no solo de elección popular, sino además de función pública, lo dota de una especie de poder sobre el resto de los habitantes de esta tierra, cosa totalmente errada, ya que por el contrario es usted y todos los funcionarios públicos nuestros empleados. Lo que es lo mismo decir que tanto mi persona, como la señora que trabaja de sol a sol limpiando los recintos donde están ubicadas las oficinas de dichos poderes, así como quienes cumplen condena en alguna prisión, como aquellos que tocan cacerolas todas las noches, como los que lanzan cohetes, como el autobusero (no me refiero al Sr. Maduro, aun cuando el también está dentro de este ejemplo), como sus colegas, como usted mismo, como el Sr. Capriles y el Sr. Maduro, todos los venezolanos sin excepción somos sus jefes. No importa que pensemos distinto, no importa que hayamos votado por tal o cual partido, incluso no importa que hayamos ejercido nuestro derecho o no, ni siquiera importa si estamos inscritos en el registro electoral, todos por el simple hecho de ser venezolanos somos sus jefes, gústele o no, y como tal siento la responsabilidad de tratar de enseñarle algo que quizás usted no sabe (de nuevo el beneficio de la duda).


    Sr. Cabello, yo entiendo que quizás por la formación militar que recibió desde la adolescencia, usted ignore lo que es ser demócrata de verdad, y es que aun cuando probablemente le explicaron la teoría, en la práctica usted como cadete, y luego como oficial (en la corta carrera que tuvo bajo este ámbito) no ejercía la democracia, por razones obvias. Es decir se cumplía con la orden y listo, o es que ¿acaso se debatía entre la tropa alistada y profesional, la orden recibida del oficial a cargo? Por esto quizás es que usted ignore lo que es ser demócrata en realidad. Sobre todo porque cuando le toco ejercer por primera vez su derecho al sufragio, usted seguramente voto por sí mismo, o en su defecto por el proyecto del cual forma parte hoy. Es decir su único ejercicio democrático ha sido votar por si mismo estimado diputado. Por eso me atrevo a decir que usted es un ignorante de lo que es la democracia. 


    Pero lo que si no entiendo y quisiera que usted me aclarara es lo siguiente. Si usted le niega el acceso a un DERECHO de palabra a quien piensa distinto a su persona, y que además representa el pensar de unos cuantos millones de habitantes de nuestro país, por decir que no reconocen a Maduro como presidente, que piensa hacerme a mí? Es decir, yo tampoco lo reconozco! ¿Qué me va a negar? A ver, elucubremos un poco. ¿Acaso si en algún momento necesito de atención médica en un hospital público, entonces se me van a negar los medicamentos, o me van a acostar en el piso de la emergencia en lugar de una camilla? O tal vez cuando salga a la calle los órganos policiales van a dejar de velar por mi seguridad y quedare en manos del hampa? O de repente cuando vaya al mercado a comprar algo no pueda comprar la marca de desodorante, o de harina, o el corte de carne que quiero aun cuando tenga el dinero? O es que se me va a negar el acceso a las instituciones públicas sin ningún otro motivo que pensar distinto? O cuando vaya a comprar gas para mi casa no lo conseguiré? O me van a quitar la luz cada dos días? O si quiero salir del país me van a decir cuánto, donde y cuando puedo gastar el dinero que legítimamente obtengo producto de mi esfuerzo? O si algún día lamentable necesito que se haga justicia por un delito del cual fui víctima, esta no se aplicara? Mucho menos entonces hablare de “locuras” como poder ejercer mi derecho a la protesta y pararme frente a la asamblea a reclamarle que lo está haciendo mal?, porque repito, le guste o no, usted es mi empleado, y uno muy deficiente por cierto. Pero dispénseme un poco mas de su paciencia, que la mía ya se agota, y déjeme aclararle que todo esto que quizás piense usted negarme, ya me lo niegan, y no solo a mí, sino también a quienes votaron por usted y quienes aceptan y reconocen al Sr. Maduro como presidente. Entonces mi estimado caballero, que carajo piensa hacerme?


    Disculpe el arranque de vehemencia anterior, pero no hay otra forma de expresar lo que se siente, y es que cuando veo sus bravuconadas, me pregunto. ¿Sin su investidura tendría usted la hombría necesaria para pararse frente a frente a mí, a tomarse un café si gusta, y explicar qué diantres, pasaba dentro de su cabeza el día de ayer mientras otros diputados se caían a golpes en un recinto público, acto donde incluso damas fueron golpeadas, cosa que a mi entender va en contra de las más básicas normas de caballerosidad, acto que además inicio de nuevo por su pertinaz deseo de hacer que ese grupo de personas pensasen de la misma forma en que lo hace usted. 


    Por todo lo antes expuesto Sr. Cabello, considero que usted y todo aquel que imite sus abusos de poder, menoscaban y violentan mis derechos como venezolano y ser humano, derechos a pensar diferente, y a expresar mi pensar, se apartan del carácter democrático que es el espíritu mismo de nuestra nación, por lo cual inmediatamente se ilegitima su gestión, es decir ya hablando claro que es usted un funcionario ilegitimo. Por eso haciendo uso de mis facultades como venezolano, declaro que DESCONOZCO su ejercicio, lo desconozco como autoridad, y ciertamente dudo de su carácter de hombre, ni decir de caballero.


    Tenga usted a bien tomar las medidas que considere pertinentes al caso, pero además este seguro, que no le será posible doblegar nuestra voluntad, y continuar con sus excesos impunemente por mucho tiempo mas y debería preocuparse si este desconocimiento deja de ser personal, para volverse colectivo, como ciertamente dentro de poco lo será. 

    Sin otro particular, y haciendo uso de los derechos y libertades consagrados en nuestra constitución y declaración de derechos humanos, se despide de usted

Carlos J. Guillen

C.I. V-13.286.501

UN VENEZOLANO