El liderazgo, o la última panacea de moda en la industria
Venezolana.
Debo confesar que nunca me he
considerado alguien a la moda. De hecho reconozco que estoy por lo general
extremadamente fuera de moda. Eso incluye en la vestimenta, en el peinado (de
esto más que todo pues soy funcionalmente calvo, disfrutando los últimos vestigios
de cabello mientras me armo de valor para raparme, por lo que no tengo muchas
opciones al peinarme), en el hablar, en la música, en la vida social, etcétera.
Y de esto nunca nada me ha preocupado, de hecho incluso disfruto estar fuera de
onda (Frase también fuera de moda) con una única excepción. La moda empresarial
o gerencial como ustedes prefieran llamarla.
Es
que considero que la importancia que a mi juicio se le da en nuestra tierra a
la moda, no escapa del mundo empresarial, y esto se debe a que en los 15 años
de trabajo que llevo hasta ahora, he
tratado siempre de estar al corriente de lo que pasa en la industria, y hace
por lo menos unos diez años atrás me di cuenta que la gerencia también se ve
afectada por la moda. Por ejemplo recuerdo que en el 2000 aproximadamente,
algunos ejecutivos de empresas transnacionales se mataban por poder añadir a
sus títulos el de Black Belt en Six-Sigma. En otro momento era la ISO 9000, en
otro el Benchmarking, y mas recientemente el Lean Manufacturing. Todas,
estrategias, filosofías, certificaciones, etcétera, sumamente útiles y además
importantísimas para cualquier ejecutivo y empresa que desee ser competitiva en
un mercado cada vez mas difícil. Pero también note que en la practica eran
pocos los que además de capacitarse en el área respectiva, de verdad
internalizaban y mucho menos aplicaban los conocimientos recientemente
adquiridos, solo los usaban como indicador de poseer en teoría cierta capacidad
y añadir a su léxico unas cuantas palabras rimbombantes que les permitiesen
parecer mucho más inteligentes o preparados entre un publico que bien o no
conocía el tema o lo dominaba muy poco. Y luego al pasar de moda esa
herramienta, simplemente se olvidaba, se asistía a un nuevo curso o diplomado y
se enriquecía la jerga y el ciclo empezaba de nuevo, sin que de verdad se
produjesen cambios a nivel estratégico en la mayoría de los casos. Ojo quiero
hacer énfasis, en lo de la mayoría de los casos, no quiero que alguien venga a
decirme que en una empresa japonesa si lo aplican, pues muchas veces de allí
nacen estas nuevas tendencias.
Por ejemplo recuerdo cuando trabaje en mi
primera transnacional recién saliendo de la facultad y vi con emoción una
pancarta colocada sobre las líneas de ensamblado donde se podía leer, “Aquí
trabajamos, Lean 6-Sigma” y el corazón se me acelero, pues acababa de eximir la
asignatura donde se nos entreno en Lean Manufacturing, y salí enamorado, como
aun lo estoy, de esta estrategia-filosofía de trabajo, pero antes de haber
transcurrido un par de meses, me doy de bruces con la realidad cuando el
Gerente del Área a quien le reportaba, ante una observación mía, sobre la
variabilidad de cierta línea de producto, que alcanzaba un aterrador 66%, me respondió
“Aquí lo que importa es producir 12.000 unidades al día. Buenos malos,
regulares, pero 12.000 al día, no se te olvide” Permítanme explicar un poco más
el caso, en el 66 % de las veces se obtenía un producto que no era lo que se
estaba buscando, en términos coloquiales, solo uno de cada tres intentos, le
pegábamos a lo que apuntábamos. Cuando escuche esto sucedieron dos cosas.
Primero decidí que quería irme de esa empresa y segundo me imagine la pancarta
de 6-Sigma ardiendo en combustión espontanea.
Pues
bien, volviendo al presente, siento que estamos ante una nueva moda, pero antes
de continuar quiero aclarar, que no menosprecio ni le resto importancia a cada
una de las herramientas (por comodidad usare los términos herramienta,
estrategia, filosofía como sinónimos, para acortar un texto que sino seria más
largo y tedioso) antes nombradas, por el
contrario creo firmemente que son parte importantísima de la gerencia de
cualquier industria que desee alcanzar el éxito. Esta moda la llamo, la moda del liderazgo. Es decir es cada día mas frecuente encontrarse con cursos de
liderazgo, seminarios de creación de líderes, incluso evaluaciones de
liderazgo, a distintos niveles y prácticamente para todos los gustos y
necesidades. Esto obviamente como respuesta a un discurso de catorce años,
donde se ha satanizado la industria privada, y se ha tratado (con éxito
además) que el trabajador sienta que es
un explotado y la empresa un centro de explotación. Hasta aquí no hay nada que
objetar, de hecho pienso que la principal causa de lo que está pasando radica
en la ausencia de un discurso necesario
que se contraponga a lo que se ha dicho desde el gobierno durante este último
mandato. Es decir las personas han venido escuchando durante 14 años una sola
idea, y ante la falta de otro punto de vista, se han quedado sin con que
comparar, lo que consecuentemente se ha vuelto “LA VERDAD” y esto es tan cierto que solo basta revisar un
poco la historia. Antes de que Copérnico dijese que el sol era el centro de
nuestro universo, el único discurso que había le atribuía ese protagonismo a la
tierra, y eso mis imaginarios lectores, era “LA
VERDAD”, solo cuando se publico De
revolutionibus orbium caelestium y hubo otro discurso, la gente empezó a cuestionar
el primero y a la postre cambio “LA
VERDAD”.
El
problema radica, cuando se toma esta nueva idea como cura milagrosa de lo que
esta sucediendo, y se introduce a la fuerza dentro de las organizaciones.
Especialmente en un tema tan complejo como el liderazgo. Tan complejo es este
ámbito, que no existe una definición unánime de lo que es, pero ha existido
desde el inicio de la historia, de hecho es algo no solo atribuible a la
especie humana, dentro de toda organización de mas de dos individuos de una
clase, siempre existe uno predominante, por lo que sus pares tienden a adaptar
su conducta a la de este. Sucede con primates, caninos, felinos, en fin con
varios mamíferos, además de aves, peces y pare usted de contar. Me gustaría
decir que incluso sucede a nivel microscópico, pero lo ignoro (investigare al
respecto) por lo que no incluyo este nivel. Pero así como primigenio es el
liderazgo, también lo es el “seguidazgo”, pero no solo eso, también existen
ciertos tipos de lideres y por ende diferentes modos de liderazgo, además de
casi infinitas teorías del origen el liderazgo. Algunos dicen que el líder
nace, otros que se hace, confieso ignorarlo, pero si estoy convencido que hay
personas que nacen para no ser lideres. Personas que prefieren el seguir que
ser seguidos, y esto no tiene nada de reprochable. De hecho, estas personas son
necesarias para que existan los primeros, y por lo general son comparables a
los colonizadores, que siguen a los pioneros y son quienes a la larga terminan poblando
y creando una civilización, mientras que el pionero termina desapareciendo
pronto, al menos físicamente, aunque luego es inmortalizado en estatuas y
monumentos.
Creo
firmemente que mientras más preparado el seguidor, mayor calidad debe poseer el
líder, y esto trae como consecuencia que si se trata de forzar a personas sin
las aptitudes y actitudes mínimas para el liderazgo, tendrás a un seguidazgo
inconforme, que lejos de beneficiar a la organización, la perjudicara por la
constante pugna de poderes. Esto se puede ejemplificar de la siguiente forma:
Imaginen a un grupo de expedicionarios en una sabana de África, este grupo
tiene un guía, del cual se supone su experticia mas no se conoce, un día el
guía advierte que una manada de leones cercó el campamento y no queda otra
salida que brincar desde un acantilado hacia un rio que se encuentra a 15
metros más abajo. El líder sin tiempo de explicar grita al grupo: “Rápido
salten por el barranco” lo que sucede a continuación depende del nivel de
confianza que tenga el grupo en su líder, y si todos en el grupo se
considerasen lideres, que creen Uds. que pasaría?
En
la próxima parte les hablare de los tipos de liderazgo que he podido conocer a
lo largo de mi vida, y en que situaciones hace falta cada uno.
Líder
es aquel que inspira a los demás a seguir adelante, aun cuando el no esté!
Carlos
J. Guillén