Sobre
la autora: Ingeniero Industrial egresada de la Universidad de Carabobo, aspirante
al título de Especialista en Gerencia de Calidad y Productividad en la Facultad
de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo y actualmente
cursando un diplomado de Supervisión y Gerencia en el Instituto de Estudios
Superiores de Administración (IESA); con experiencia en la mejora continua de procesos
y actualmente laborando en distribución y logística de productos farmacéuticos.
La gerencia tradicional se apoya en una
estructura piramidal que en la actualidad es fuertemente cuestionada. La
mayoría de los investigadores apuntan a las organizaciones planas como el
esquema adecuado para las empresas del mañana. Con estructuras relativamente
independientes y autónomas.
Debo detenerme en el concepto de autonomía para poder
avanzar en este análisis; el Pequeño Larousse Ilustrado 2.010 (popular
diccionario que comenzó a publicarse en 1.912), la define como la libertad de
un individuo o ente para actuar, para regirse por sus propias leyes, que
trabaja por cuenta propia.
Es decir, que definitivamente una empresa “plana”
debe abandonar el estilo tradicional de liderazgo y migrar a una dirección que
influye y despliega el poder funcional. Ya que de lo contrario nos
encontraríamos con una empresa lineal en la que la
cabeza siempre se entera de todo, y es quien
finalmente aprueba todas las decisiones. Este comportamiento está firmemente
arraigado en las pequeñas y medianas empresas de origen familiar y evidencia
una dirección paternalista que si bien rinde resultados positivos, a largo
plazo puede desencadenar retrasos ya que la operación completa depende de un
solo hombre.
¿Por qué me enfoco en la estructura de la
organización? Porque una muy buena permitirá una mejor integración y
coordinación de todos los integrantes y esto desencadenará una mejor
utilización de los recursos, un aumento en la velocidad de respuesta y en
definitiva una empresa más eficiente.
Para aquellos cuyo estilo de aprendizaje es
básicamente visual voy a presentar la problemática de manera gráfica:
Confundimos una organización con tan pocos
niveles que la pirámide es casi plana.
Con lo que termina siendo una organización
lineal en la que la autoridad fluye de arriba hacia abajo.
¿Por qué generar un cambio?
Inicialmente porque las desventajas de esta estructura impedirán la expansión
de la organización. Para eso debemos aceptar la necesidad del cambio, fijar
metas a corto, mediano y largo plazo; y apegarnos al plan. Para hacer esta
transición sugiero reforzar las responsabilidades asignadas a cada
departamento, gerente y responsable de área; crear las estructuras de
supervisión que sean necesarias así como su periodicidad; impulsar las
actitudes creativas en todos los miembros de la organización y reforzar la
capacitación en aquellas áreas donde se detecten fallas graves; delegar y por
supuesto confiar en las capacidades del equipo para finalmente evaluar los
resultados.
Johanna Marquez
Bibliografía:
§ Pitaluga Carlos,
Introducción a la Gerencia de Procesos, 2012.
§ Pequeño Larousse
Ilustrado 2.010.
Teoría llevada a la práctica! felicidades =) (espero que lo llevemos a la práctica) un abrazo xD
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