martes, 6 de noviembre de 2012

¿APLANAR O ALINEAR?


Sobre la autora: Ingeniero Industrial egresada de la Universidad de Carabobo, aspirante al título de Especialista en Gerencia de Calidad y Productividad en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo y actualmente cursando un diplomado de Supervisión y Gerencia en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA); con experiencia en la mejora continua de procesos y actualmente laborando en distribución y logística de productos farmacéuticos.
La gerencia tradicional se apoya en una estructura piramidal que en la actualidad es fuertemente cuestionada. La mayoría de los investigadores apuntan a las organizaciones planas como el esquema adecuado para las empresas del mañana. Con estructuras relativamente independientes y autónomas. 



Debo detenerme en el concepto de autonomía para poder avanzar en este análisis; el Pequeño Larousse Ilustrado 2.010 (popular diccionario que comenzó a publicarse en 1.912), la define como la libertad de un individuo o ente para actuar, para regirse por sus propias leyes, que trabaja por cuenta propia.
Es decir, que definitivamente una empresa “plana” debe abandonar el estilo tradicional de liderazgo y migrar a una dirección que influye y despliega el poder funcional. Ya que de lo contrario nos encontraríamos con una empresa lineal en la que la cabeza siempre se entera de todo, y es quien finalmente aprueba todas las decisiones. Este comportamiento está firmemente arraigado en las pequeñas y medianas empresas de origen familiar y evidencia una dirección paternalista que si bien rinde resultados positivos, a largo plazo puede desencadenar retrasos ya que la operación completa depende de un solo hombre.
¿Por qué me enfoco en la estructura de la organización? Porque una muy buena permitirá una mejor integración y coordinación de todos los integrantes y esto desencadenará una mejor utilización de los recursos, un aumento en la velocidad de respuesta y en definitiva una empresa más eficiente.
Para aquellos cuyo estilo de aprendizaje es básicamente visual voy a presentar la problemática de manera gráfica:
Confundimos una organización con tan pocos niveles que la pirámide es casi plana.

Con lo que termina siendo una organización lineal en la que la autoridad fluye de arriba hacia abajo.

¿Por qué generar un cambio? Inicialmente porque las desventajas de esta estructura impedirán la expansión de la organización. Para eso debemos aceptar la necesidad del cambio, fijar metas a corto, mediano y largo plazo; y apegarnos al plan. Para hacer esta transición sugiero reforzar las responsabilidades asignadas a cada departamento, gerente y responsable de área; crear las estructuras de supervisión que sean necesarias así como su periodicidad; impulsar las actitudes creativas en todos los miembros de la organización y reforzar la capacitación en aquellas áreas donde se detecten fallas graves; delegar y por supuesto confiar en las capacidades del equipo para finalmente evaluar los resultados.
Johanna Marquez

Bibliografía:
§   Pitaluga Carlos, Introducción a la Gerencia de Procesos, 2012.
§   Pequeño Larousse Ilustrado 2.010.

1 comentario:

  1. Teoría llevada a la práctica! felicidades =) (espero que lo llevemos a la práctica) un abrazo xD

    ResponderEliminar