Si se hiciese una encuesta a las personas que conducen un automóvil un día
cualquiera en una ciudad equis de nuestro país, preguntando si saben manejar,
me atrevería a apostar que la gran mayoría por no decir todos responderían
afirmativamente. Y es que aunque parezca una pregunta idiota preguntarle a un
conductor si sabe manejar, lo cierto es que día a día nos encontramos con un
sinfín de personas que estamos seguros no saben manejar.
Lo que sucede es que no basta con saber operar un vehículo para decir
que se sabe manejar, es decir no es suficiente saber arrancar sin que se
apague, o realizar frenadas suaves, o cruzar manteniendo nuestro canal, para
considerar que sabemos manejar. De hecho creo que son pocas, muy pocas las
personas que en realidad saben manejar, grupo al que probablemente no
pertenezca mi persona. Pero antes de querer lapidarme diciendo que Uds. mis
querido y quizás imaginarios lectores, si saben manejar, háganse estas
preguntas, y ojo no cuenten las respuestas a nadie, porque obviamente “Nadie
maneja mejor que nosotros mismos”
1.- ¿En una intersección entre 2 calles, quien tiene prioridad de paso?
2.- ¿En un redoma quien debe pasar primero?
3.- ¿Que significa el rayado simple continuo y el doble?
4.- ¿Con cuanta anticipación se debe colocar la luz de cruce?
5.- ¿De verdad nos pueden remolcar el carro si el vidrio parabrisas esta
astillado?
6.- ¿Cual es la velocidad máxima permitida en el canal derecho de una
autopista?
7.- ¿Cual es la velocidad en el canal izquierdo?
8.- ¿Cual es la diferencia entre los colores de los carteles en las
distintas vialidades?
9.- ¿Cual debe ser la velocidad máxima permitida en carreteras de grava?
10.- ¿Como señalas con la mano que vas a cruzar a la derecha?
Si fallaron o no supieron responder al menos una de estas preguntas se
darán cuenta que al igual que yo, no saben manejar. Y es que manejar incluye
conocer las leyes y reglamentos, si no lo hacen pues su licencia es “Chimba”
como la mayoría de las cosas de nuestro país.
Pero no basta saberse las leyes, cual legislador eidético, sino que
además hay que adaptarse a como se maneja en cada localidad, ya que no es lo
mismo manejar en Caracas, donde es norma vital mantener los vidrios arriba en
la cola no importa si el aire acondicionado no sirve, para no ser visto en un
video en internet como víctima de los atracos en la Francisco Fajardo, sino que
además apenas cambia el semáforo, se arranca con la celeridad digna de un dragster,
en comparación con Valencia donde es norma común que luego de la luz verde
exista un delay de al menos unos 15 segundos antes de que empieza a avanzar la
cola (causal frecuente de apoplejías en caraqueños residentes en esta ciudad)
adicionalmente a este retraso, entonces luego de la luz roja también se sigue
avanzando unos cuantos segundos, Uds. saben para compensar el tiempo perdido en
el otro caso. Por esto un día casi choco en Barinas, donde la gente maneja de
la forma más extraña, apenas la luz cambia a roja, todos se detienen. Tamaño
locura no les parece.
No hablare de mis amigos maracuchos o marabinos ni mucho menos de los
orientales, solo les puedo decir que manejar allí no es cosa para tontos.
Ah pero aun faltaría más, para poderse considerar un conductor
apropiado, hay normas no escritas pero tacitas en las carreteras, tales como
que al pasar un vehículo se mantenga la luz de cruce a la izquierda para
señalar a los que vienen detrás nuestro que tienen oportunidad de pasar
también, o en caso contrario colocarla a la derecha. De igual forma que al
pasar un accidente o cualquier obstáculo en la vía se le hacen cambios de luces
a los conductores que nos encontremos en los próximos kilómetros acercándose al
lugar del inconveniente a forma de advertencia. Que las luces altas se usan en
forma intermitente si hay tráfico en sentido contrario al nuestro, y que si nos
hacen cambios de luces en la noche, no es para saludarnos, es para informarnos
de algo, bien sea el caso del inconveniente, o para recordarnos que no somos
cazadores de conejos.
En fin amigos, lo que quiero decir con esto, es que en mis 20 años de
conductor, he aprendido algo casi todos los días y aun me falta por aprender un
montón, así que aquellos que se compraron un carro y no lo sacan esperando
aprender a manejar bien, les comento que para que llegue ese momento, si es que
algún día llega, van a pasar muchas, muchas, muchísimas horas de prácticas,
tantas que aunque se dediquen exclusivamente a practicar, les tomara años
llegarlo a dominar en su totalidad, por lo que mi recomendación es:
Cómprense una estampita de su
santo preferido. Ármense con frases
como: “la tuya”, “te la saludo en lo que llego a la casa”, “debe ser que tu
nunca estuviste aprendiendo”, móntense en ese carro, persígnense, pongan la
música que más les relaje y salgan al ruedo, porque la verdad verdadera es que
manejar es como hacer el amor, nadie aprende en la teoría y aunque creamos que
lo sabemos todo, siempre nos encontraremos con alguien que piensa que lo hace
mejor que nosotros”
Carlos
J. Guillén
Totalmente de acuerdo!
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