La
realidad no es otra cosa que la capacidad que tienen de engañarse
nuestros sentidos.
Albert
Einstein
Cuando
era niña me encantaba el rosa, lo usaba en todos lados, quizás por
eso cuando decidí el color de mi escudo, lo hice rosa, decidí vivir
en mi burbuja rosa… Y es que en mi burbuja, no ocurren 20.000
muertes al año (Cifra publicada por el Observatorio Venezolano
de Violencia UCV, UDO, UCAT, LUZ, UCAB, UCLA), ni el 20% de los
habitantes vive en pobreza extrema (Según INE), ni daría miedo
recibir un balazo en cualquier esquina… En mi burbujita esas cosas
no pasan. Cualquiera tiene derecho a criticar la forma en la que
vivo, cualquiera que en este momento esté haciendo algo para cambiar
esta realidad, su realidad, nuestra realidad.
¿Por
qué trato de no hablar de política? ¿Por qué me rehúso a hablar
del presidente que no sabemos si tenemos, si vive, si respira, si
firma o no firma? Creo que es porque lo que se podía decir ya se
dijo, se dijo hasta lo que no debía decirse, las especulaciones ya
están hechas y tal vez sea por esa manía ingenieril de no hablar
cuando no tengo pruebas suficientes para hacer afirmaciones, que me
callo, me callo y paso el cierre a mi burbuja. Porque tal y como
decía una de las mejores profesoras que conocí en la Universidad de
Carabobo, la Prof. Maneiro QEPD, no hay evidencia suficiente para
refutar la hipótesis.
¿Qué
si me gustaría hacer algo al respecto? Si. ¿Qué si contengo las
lágrimas cuando veo al niño en el semáforo pidiendo dinero cuando
voy por mi ciudad? Claro. Y que por supuesto pienso que sería
horrible terminar como el viejito que tiene que mendigar porque
nuestro sistema de seguridad social está a punto de jubilación.
También.
Pero
definitivamente creo, aunque la frase esté trillada, que “cada
nación tiene el gobierno que merece”. Frase de Joseph de Maistre,
político y filósofo francés. Y que aplicado a nuestro caso indica
que nos merecemos este vacío, que debemos aprender, que todos sin
distinción debemos entender que la política no es mover masas y
besar viejitas, es buscar el bien del colectivo, que Venezuela debe
dejar de ser el país de los “más vivos” para ser ese país en
el que todos halamos en la misma dirección… El camino a la mejora
continua. ¿Utópico verdad?
Si,
creo que voy a dormir, estoy soñando demasiado y cuando despierte el
golpe será duro, cada mañana más duro, hasta que un día algo me
empuje a reaccionar. Y debo confesar que en mi interior espero con
ansías que eso ocurra. Mientras… Seguiré en mi burbuja rosa,
tratando de poner algunos granitos de arena desde aquí y buscando la
manera de mejorar mi realidad, al fin y al cabo… ¡El primer paso!
Ing.
Ind. Johanna Márquez
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