Hace unas
semanas asistí a un congreso de Gerencia en donde el contenido giraba en torno
a dos términos “Resiliencia e Ingenio” y
se plantearon muchas definiciones desde distintos puntos de vistas o diversos
autores, el que más me gusto fue el que utilizaron en una conferencia de México,
decía algo así:
“La Resiliencia es cuando un ser vivo, plantita,
animal o ser humano, resiste una presión tan fuerte y ¡Se Recupera!. Recibe
ofensas, golpes y maltratos, y ¡Se Recupera!. La Resiliencia es no derrotarse
por lo feo, difícil o molesto que nos pase en la vida y aunque te caigas y te
ensucies, te puedes ¡Recuperar! Solo tienes que luchar, para sacar de tu vida
lo malo y sucio. Una persona Resiliente soporta cualquier presión y se vuelve a
¡poner de pie! Con sentido del humor aprende de todos los momentos”.
En todo lo que
hablaban, evidentemente, se hacían las comparaciones con la realidad que
vivimos los venezolanos y como dábamos muestras día a día de ser un país resiliente,
sin embargo creo que estamos confundiendo la Resiliencia de algunos con el
masoquismo y adaptación de la mayoría, si fuéramos resilientes no permitiríamos
tantas injusticias, no le pagaríamos a un funcionario que nos matraquea o a
gestores para que nos mueva los documentos porque las instituciones no
funcionan, o pagar más de 08 veces por el valor de un saco de cemento porque no
hay en vez de exigirle una explicación a los responsables de la fabricación de
los mismos, y es que es tanto el nivel de extorsión entre nosotros mismos,
porque ya no puede llamarse especulación, que el fin de semana en mi intento de
despejar la mente y disfrutar de al menos el beneficio de estar en un país
tercermundista pero con playas que todo primer mundo envidia, tuvimos que pagar
el doble de lo que cuesta un peñero para que nos trasladara al cayo ya que los lancheros
estaban retrasando el proceso pues para que los bañistas nos desesperáramos y
por supuesto que lo lograron, porque no somos resilientes, no luchamos para
sacar lo malo y sucio, solo nos adaptamos para que no nos “coma el tigre”.
Todos los días
nos levantamos con la esperanza de que llegue Batman, Súperman o cualquier superhéroe
que acabe con los malhechores de nuestro país, o que “finalmente dios haga
justicia”, estamos asqueados y agotados de grabaciones sin director, denuncias
sin oídos, muertos sin dolientes, corriendo a buscar harina, leche, crema
dental, entre otros que ya ni los mencionamos, hay una crisis universitaria que
todos ignoramos porque “yo no soy ni estudiante ni profesor” cuando deberíamos
estar apoyándolos, el innombrable cada día está peor y nadie lo dice alto
porque es “ilegal”, pues señores aceptemos la realidad la economía del país
funciona a Bs. 33 por dólar, y puede que para cuando termine de escribir me
haya quedado corta.
Por mi parte,
en mi pequeño radio de acción, irme? Por qué? Por qué no se van los que
desangran y roban abiertamente?, simplemente decidí trabajar en ser más
resiliente y menos adaptable, lo más duro será no comprar películas pirata
porque el cine esta por las nubes, allí no sé a quién castigaría, si
establecimiento por vender cotufas tan caras o a la industria del
entretenimiento al colaborar con los quemaditos, por lo menos lo hare con los
que tienen locales ya que al menos pagan impuestos y un alquiler.
No nos quedan
muchas opciones, pero si definitivamente debemos innovar, no solo en actividad
económica, sino como sociedad, todos sabemos lo que hay que hacer, pero nadie
quiere ser el héroe porque sabemos bien como terminan los héroes en este país,
todos queremos ser el público que lo aplauda, pero y entonces, paramos?
Seguimos?...
Yunilza
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