jueves, 11 de julio de 2013

Seguimos o paramos?

Hace unas semanas asistí a un congreso de Gerencia en donde el contenido giraba en torno a dos términos  “Resiliencia e Ingenio” y se plantearon muchas definiciones desde distintos puntos de vistas o diversos autores, el que más me gusto fue el que utilizaron en una conferencia de México, decía algo así:

                “La Resiliencia es cuando un ser vivo, plantita, animal o ser humano, resiste una presión tan fuerte y ¡Se Recupera!. Recibe ofensas, golpes y maltratos, y ¡Se Recupera!. La Resiliencia es no derrotarse por lo feo, difícil o molesto que nos pase en la vida y aunque te caigas y te ensucies, te puedes ¡Recuperar! Solo tienes que luchar, para sacar de tu vida lo malo y sucio. Una persona Resiliente soporta cualquier presión y se vuelve a ¡poner de pie! Con sentido del humor aprende de todos los momentos”.

En todo lo que hablaban, evidentemente, se hacían las comparaciones con la realidad que vivimos los venezolanos y como dábamos muestras día a día de ser un país resiliente, sin embargo creo que estamos confundiendo la Resiliencia de algunos con el masoquismo y adaptación de la mayoría, si fuéramos resilientes no permitiríamos tantas injusticias, no le pagaríamos a un funcionario que nos matraquea o a gestores para que nos mueva los documentos porque las instituciones no funcionan, o pagar más de 08 veces por el valor de un saco de cemento porque no hay en vez de exigirle una explicación a los responsables de la fabricación de los mismos, y es que es tanto el nivel de extorsión entre nosotros mismos, porque ya no puede llamarse especulación, que el fin de semana en mi intento de despejar la mente y disfrutar de al menos el beneficio de estar en un país tercermundista pero con playas que todo primer mundo envidia, tuvimos que pagar el doble de lo que cuesta un peñero para que nos trasladara al cayo ya que los lancheros estaban retrasando el proceso pues para que los bañistas nos desesperáramos y por supuesto que lo lograron, porque no somos resilientes, no luchamos para sacar lo malo y sucio, solo nos adaptamos para que no nos “coma el tigre”.
Todos los días nos levantamos con la esperanza de que llegue Batman, Súperman o cualquier superhéroe que acabe con los malhechores de nuestro país, o que “finalmente dios haga justicia”, estamos asqueados y agotados de grabaciones sin director, denuncias sin oídos, muertos sin dolientes, corriendo a buscar harina, leche, crema dental, entre otros que ya ni los mencionamos, hay una crisis universitaria que todos ignoramos porque “yo no soy ni estudiante ni profesor” cuando deberíamos estar apoyándolos, el innombrable cada día está peor y nadie lo dice alto porque es “ilegal”, pues señores aceptemos la realidad la economía del país funciona a Bs. 33 por dólar, y puede que para cuando termine de escribir me haya quedado corta.
Por mi parte, en mi pequeño radio de acción, irme? Por qué? Por qué no se van los que desangran y roban abiertamente?, simplemente decidí trabajar en ser más resiliente y menos adaptable, lo más duro será no comprar películas pirata porque el cine esta por las nubes, allí no sé a quién castigaría, si establecimiento por vender cotufas tan caras o a la industria del entretenimiento al colaborar con los quemaditos, por lo menos lo hare con los que tienen locales ya que al menos pagan impuestos y un alquiler.
No nos quedan muchas opciones, pero si definitivamente debemos innovar, no solo en actividad económica, sino como sociedad, todos sabemos lo que hay que hacer, pero nadie quiere ser el héroe porque sabemos bien como terminan los héroes en este país, todos queremos ser el público que lo aplauda, pero y entonces, paramos? Seguimos?...


Yunilza

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